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HONDURAS

Opiniones

MUERE EL GOLPE O MUEREN LAS CONSTITUCIONES

(Tomado de Cubadebate)

Los países de América Latina luchaban contra la peor crisis financiera de la historia dentro de un relativo orden institucional.

Cuando el Presidente de Estados Unidos Barack Obama, de viaje en Moscú para abordar temas vitales en materia de armas nucleares, declaraba que el único presidente constitucional de Honduras era Manuel Zelaya, en Washington la extrema derecha y los halcones maniobraban para que éste negociara el humillante perdón por las ilegalidades que le atribuyen los golpistas.

Era obvio que tal acto significaría ante los suyos y ante el mundo su desaparición de la escena política.

Está probado que cuando Zelaya anunció que regresaría el 5 de julio, estaba decidido a cumplir su promesa de compartir con su pueblo la brutal represión golpista.

Con el Presidente viajaban Miguel d¢ Escoto, presidente pro témpore de la Asamblea General de la ONU, y Patricia Rodas, la canciller de Honduras, así como un periodista de Telesur y otros, hasta 9 personas. Zelaya mantuvo su decisión de aterrizar. Me consta que en pleno vuelo, cuando se aproximaba a Tegucigalpa, se le informó desde tierra sobre las imágenes de Telesur, en el instante que la enorme masa que lo esperaba en el exterior del aeropuerto, estaba siendo atacada por los militares con gases lacrimógenos y fuego de fusiles automáticos.

Su reacción inmediata fue pedir altura para denunciar los hechos por Telesur y demandar a los jefes de aquella tropa que cesara la represión. Después les informó que procedería al aterrizaje. El alto mando ordenó entonces obstruir la pista. En cuestión de segundos vehículos de transporte motorizados la obstruyeron.

Tres veces pasó el Jet Falcon, a baja altura, por encima del aeropuerto. Los especialistas explican que el momento más tenso y peligroso para los pilotos es cuando naves rápidas y de poco porte, como la que conducía al Presidente, reducen la velocidad para hacer contacto con la pista. Por eso pienso que fue audaz y valiente aquel intento de regresar a Honduras.

Si deseaban juzgarlo por supuestos delitos constitucionales, ¿por qué no le permitieron aterrizar?

Zelaya sabe que estaba en juego no solo la Constitución de Honduras, sino también el derecho de los pueblos de América Latina a elegir a sus gobernantes.

Honduras es hoy no solo un país ocupado por los golpistas, sino además un país ocupado por las fuerzas armadas de Estados Unidos.

La base militar de Soto Cano, conocida también por su nombre de Palmerola, ubicada a menos de 100 kilómetros de Tegucigalpa, reactivada en 1981 bajo la administración de Ronald Reagan, fue la utilizada por el coronel Oliver North cuando dirigió la guerra sucia contra Nicaragua, y el Gobierno de Estados Unidos dirigió desde ese punto los ataques contra los revolucionarios salvadoreños y guatemaltecos que costaron decenas de miles de vidas.

Allí se encuentra la "Fuerza de Tarea Conjunta Bravo" de Estados Unidos, compuesta por elementos de las tres armas, que ocupa el 85 por ciento del área de la base. Eva Golinger divulga su papel en un artículo publicado en el sitio digital Rebelión el 2 de julio de 2009, titulado "La base militar de Estados Unidos en Honduras en el centro del golpe".

Ella explica que "la Constitución de Honduras no permite legalmente la presencia militar extranjera en el país. Un acuerdo ‘de mano’ entre Washington y Honduras autoriza la importante y estratégica presencia de los cientos de militares estadounidenses en la base, por un acuerdo ‘semi-permanente’.

El acuerdo se efectuó en 1954 como parte de la ayuda militar que Estados Unidos ofrecía a Honduras... el tercer país más pobre del hemisferio." Ella añade que "... el acuerdo que permite la presencia militar de Estados Unidos en el país centroamericano puede ser retirado sin aviso".

Soto Cano es igualmente sede de la Academia de la Aviación de Honduras. Parte de los componentes de la fuerza de tarea militar de Estados Unidos está integrada por soldados hondureños.

¿Cuál es el objetivo de la base militar, los aviones, los helicópteros y la fuerza de tarea de Estados Unidos en Honduras? Sin duda que sirve únicamente para emplearla en Centroamérica. La lucha contra el narcotráfico no requiere de esas armas.

Si el presidente Manuel Zelaya no es reintegrado a su cargo, una ola de golpes de Estado amenaza con barrer a muchos gobiernos de América Latina, o quedarán éstos a merced de los militares de extrema derecha, educados en la doctrina de seguridad de la Escuela de las Américas, experta en torturas, la guerra psicológica y el terror. La autoridad de muchos gobiernos civiles en Centro y Suramérica quedaría debilitada. No están muy distantes aquellos tiempos tenebrosos.

Los militares golpistas ni siquiera le prestarían atención a la administración civil de Estados Unidos. Puede ser muy negativo para un presidente que, como Barack Obama, desea mejorar la imagen de ese país. El Pentágono obedece formalmente al poder civil. Todavía las legiones, como en Roma, no han asumido el mando del imperio.

No sería comprensible que Zelaya admita ahora maniobras dilatorias que desgastarían las considerables fuerzas sociales que lo apoyan y solo conducen a un irreparable desgaste.

El Presidente ilegalmente derrocado no busca el poder, pero defiende un principio, y como dijo Martí: "Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército."

Fidel Castro Ruz
Julio 10 de 2009
6 y 15 p.m.


DESMENTIDO

Por Máximo Kinast

Publicado en Argenpress el lunes, 29 de junio de 2009

www.argenpress.info/2009/06/desmentido.html

Pensaba escribir una denuncia, pero mi mujer, que es muy buen abogado y sabe mucho me dijo: “No tienes ninguna prueba y no puedes afirmar que Obama esta detrás del Golpe de Estado en Honduras”. Es cierto, le dije, no tengo pruebas, escribiré un desmentido.

Quiero desmentir a los mal pensados y a los calumniadores y dejar bien claro de que no hay pruebas de que Obama, ni los Estados Unidos tengan relación con el Golpe de Estado en Honduras. Quien afirme eso es un comunista resentido y con su corazón lleno de odio. (Pinochet dixit)

No es una prueba el hecho de que siempre, todos los golpes de Estado que se han dado en el mundo en los últimos cien años han contado con el visto bueno de la Embajada de los Estados Unidos, cuando no han sido directa y claramente promovidos por la CIA y el gobierno de turno de los Estados Unidos. Ese hecho nada prueba en el caso de Honduras.

No es una prueba el hecho de que todas las Fuerzas Armadas que han dado golpes de Estado en el mundo en los últimos cien años han contado con el permiso de la Embajada de los Estados Unidos, cuando no han sido directa y claramente instigados y dirigidos por la CIA y el gobierno de turno de los Estados Unidos. Ese hecho nada prueba en el caso de Honduras.

No es una prueba el hecho de que tradicionalmente los Presidentes de Estados Unidos han complotado contra países democráticos para derogar gobiernos legítimos contrarios a sus intereses o hacerles la guerra. Lo que haya hecho gentuza como Nixon o los Bush, en beneficio de multinacionales vinculadas a ellos, aprovechándose del cargo de Presidente de los Estados Unidos no son hechos vinculantes para Barak Obama. El hecho cierto que les une el ocupar (o haber ocupado) el cargo de Presidente de los Estados Unidos de América es una mera coincidencia y no implica que Obama esté interesado en derrocar gobiernos adversos a sus intereses.

El hecho cierto de que el Gobierno de Honduras se estuviese alineando en una onda chavista no prueba que esa sea la motivación causante de su derrocamiento, ni prueba una vinculación con Obama ni con el Gobierno de los Estados Unidos ni con la CIA.

El hecho cierto de que se preparaba un referendum (que podría haber ganado el Gobierno) no es una prueba de que el Golpe de Estado se haya dado para impedirlo, como históricamente está comprobado que ocurrió en el Chile de Salvador Allende en 1973. Simplemente es una mera coincidencia.

Los hechos ciertos de que hubo un apagón general en Honduras en la mañana de hoy; que las Fuerzas Armadas exigieron y consiguieron la renuncia del Presidente constitucional; que la ciudad de Tegucigalpa este siendo sobrevolada por helicópteros de guerra, y otros indicios, no son prueba de que haya habido un golpe de Estado en Honduras.

Que los congresistas hayan declarado (cito de memoria) que “este Golpe no se ha dado por fines personales”, “estamos consolidando la democracia”, y “aquí no ha habido un golpe de estado” y el hecho cierto –como saben todos los chilenos y todo el mundo- que esas frases (o algunas muy parecidas) fueron pronunciadas por Augusto Pinochet y sus secuaces, antes de entrar a saco contra los bienes nacionales y en beneficio propio, no es prueba suficiente para declarar que en Honduras ha habido un Golpe de Estado. La similitud de las frases es sólo mera coincidencia.

Que la CNN ya hable de un actual Presidente de Honduras y se refiera al Presidente Constiucional Manuel Zelaya como el ex Presidente no es una prueba de la intromisión de los Estados Unidos en asuntos internos de otro país. Sólo demuestra que los periodistas de la CNN manejan mal el castellano.

Que las votaciones en el Congreso de Honduras para aceptar la renuncia del Presidente  Manuel Zelaya  hayan sido aprobadas por la unanimidad de los congresistas presentes, no resta legitimidad al evento ¿O si? ¿Donde estaban los parlamentarios de Gobierno?

Que nadie sepa nada de los parlamentarios del Gobierno y que no hayan participado no implica que estén secuestrados, desaparecidos, asesinados, comprados o anulados de otra forma. Lo único que honestamente se puede decir es que en esas votaciones no se oyeron sus voces y al parecer no estuvieron en esa sesión de hoy, que nombró Presidente de Honduras al Presidente del Senado.

El hecho cierto de que el Presidente Obama este siguiendo los mismo métodos de Bush para solucionar la crisis financiera, vale decir, fabricar más dólares sin respaldo y darlos sin control a los financistas causantes de la crisis, no es suficiente para suponer que estamos ante un nuevo tipo de Golpe de Estado, con una CIA más sofisticada.

El hecho cierto de que este golpe de Estado favorezca los intereses de Estados Unidos y perjudique a los bolivarianos o chavistas no nos permite suponer que se esta haciendo un test y probando una nueva forma de derrocar gobiernos legítimos, constitucionales, con la complicidad de congresistas venales.

Lo que si nos permitiría afirmar la complicidad de Obama, de la CIA y del Gobierno de USA sería si esto llegara a ocurrir en Francia, por ejemplo, o en España. Si por casualidad la cosa se repite en Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Venezuela o Cuba no podemos dudar de que sólo es una mera coincidencia y nada nos autoriza a pensar de que Obama, un gran Presidente de los Estados Unidos, este detrás de cada golpe de Estado que se produzca en el futuro.

 

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Pasaporte español XD264371